No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.
Aut. Eduardo Galeano
viernes, noviembre 10, 2006
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1 comentario:
Lee petit mort... siempre me ha causado un sentimiento indescriptible escuchar o leer ese término. Es como si solo nombrarlo ya implicara un acercamiento a la muerte o al amor, que a veces es casi lo mismo.
Siempre es grato reencontrarse a Galeano en cualquier lugar.
Me gusta mucho lo que compartís en tu blog.
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